Reportajes > familia grande

Una familia con 24 hijos

Suzanne y Jay Faske tienen 24 hijos. Tres de ellos son biológicos y los otros 21 adoptados y originarios de distintos países del mundo
Tiempo de lectura: -'
21 de junio de 2016 a las 06:53

Han viajado alrededor del mundo, desde Kazajistán y Colombia hasta China e India. Han criado a 24 (pronto serán 25) niños, de los que algunos todavía viven en casa. Su modo de vida gira en torno al campo de Texas en el que se instalaron, donde viven y trabajan.

Están casados hace 25 años y tienen casi tantos hijos como los años que llevan juntos . Esta es la sorprendente historia de Suzanne y Jay Faske .

Hace años, la pareja vio un documental en la BBC sobre los orfanatos chinos. Conmovidos por el reportaje y motivados por sus creencias religiosas, los Faske se sintieron llamados por Dios para empezar a adoptar niños necesitados. Durante el proceso, conocieron a muchos. "Cuando visitas uno de esos orfanatos, te encuentras con cientos de niños", dice Suzanne reconociendo que la experiencia es sumamente intensa. "De pronto conectas con uno y te das cuenta de que es ese quien está llamado a ser parte de tu familia". Paralelamente, el matrimonio fundó una organización para ayudar a encontrar familias adoptivas.

Muchos de los niños que adoptaron los Faske tenían necesidades específicas. Uno de ellos, Jonah, necesitaba un trasplante de hígado. Otra, Joy, sufrió polio de pequeña y la parálisis todavía afectaba a su movilidad cuando la adoptaron a los 9 años. A dos de las pequeñas, Olivia y Rachel, se les diagnosticó una enfermedad congénita conocida como artrogriposis. Si todo esto no fuera suficiente, la mayoría de ellos no hablaba inglés cuando llegaron al hogar de los Faske y casi todos arrastraban traumas de la primera infancia.


Son precisamente esos traumas los que han supuesto el mayor desafío para la pareja. Al principio, Suzanne albergaba la esperanza de que el amor sería suficiente para cubrir todas las necesidades emocionales de los pequeños y, de ese modo, llegarían a recuperarse. Aunque eso ha sido así en muchos de los casos, hay otros en que las secuelas son tan profundas que la recuperación total es muy difícil. Con más de uno han perdido el contacto por completo y, al menos uno de ellos, saben que abusa del alcohol y las drogas y que ha participado en asuntos relacionados con la pornografía.

"Para mí ha sido duro aceptar, como madre, que la elección para hacer lo correcto les corresponde a ellos", confiesa Suzanne. "Muchos de los chicos tienen un enorme bagaje, con un pasado muy complejo y, algunos, nunca podrán trabajar". Sin embargo, no pierde el ánimo gracias al amor que los niños les profesan tanto a ella como a Jay y al resto de sus hermanos.

"Los chicos mayores siempre ayudaban", asegura, añadiendo que nunca tuvieron que contratar a cuidadores u otros empleados para que ayudaran en casa. "Nuestros hijos mayores, otras familias adoptivas, la comunidad y los amigos, todos ellos estaban ahí cuando más les necesitábamos".

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...